Premiado un proyecto de desinfección con ozono

Premiado un proyecto de desinfección con ozono

El Concurso de Ideas ‘Innovación frente al virus’ premia un proyecto de desinfección con ozono del Grupo TEINSA.

El Grupo TEINSA de la Universidad de La Rioja ha sido premiado por su proyecto ‘Desinfección con ozono de entornos de trabajo’ -que plantea la creación de una instalación fija para la desinfección de distintos entornos laborales o comerciales mediante la pulverización de ozono- como una de las 25 mejores ideas en la convocatoria ‘Innovación frente al virus’ de la Consejería de Educación de Castilla y León.

Su proyecto ha sido galardonado en la categoría Grupos de I+D+i/Spin offs, modalidad ‘Vuelta al trabajo’, que selecciona «soluciones tecnológicas que permitan de forma automatizada monitorizar y garantizar la salud de los trabajadores y la rápida desinfección del ambiente en oficinas y entornos industriales», según indican los organizadores.

El objetivo final es facilitar la vuelta al trabajo presencial minimizando el riesgo de contagio por contacto con superficies contaminadas. La idea, pendiente de pruebas y desarrollo industrial, se basa en la alta capacidad del ozono para eliminar virus similares al SARS-CoV-2, aunque su eficacia para inactivar el coronavirus todavía no ha sido demostrada científicamente. Su utilidad quedaría, por tanto, vinculada a una posible autorización por parte de las autoridades sanitarias del ozono como virucida válido contra el virus.

El ozono (O3) es una molécula compuesta por tres átomos de oxígeno, con gran capacidad oxidante: tiende a captar electrones de otros compuestos, destruyéndolos. De ahí su potencial para eliminar agentes contaminantes, como virus, bacterias y hongos.

El ozono se forma a partir del oxígeno (sometido a descargas eléctricas) y se descompone también en oxígeno (O2), sin originar ningún tipo de residuo; pero no puede aplicarse en presencia de personas o animales, ya que provoca problemas por inhalación, contacto con la piel o los ojos, incluso a muy bajas concentraciones.

En la actualidad, el ozono se emplea ya para higienizar espacios, mediante pequeños generadores usados, por ejemplo, para la limpieza de vehículos o para la desinfección puntual de distintos entornos de trabajo. «La novedad de nuestra propuesta -explica Francisco José Castillo, investigador del grupo TEINSA- es que se trata de una instalación fija que permitiría la desinfección periódica (diaria si es posible) de un espacio de trabajo».

Otra característica del sistema propuesto por los investigadores de la Universidad de La Rioja es que «facilita la aplicación del tratamiento por ozono en ausencia de personas, a las concentraciones oportunas -señala Castillo-. Después, se descompone en moléculas de oxígeno, totalmente inocuas. Supone una gran ventaja, ya que está ampliamente demostrado que, si su uso se limita a concentraciones no perjudiciales para la salud, no produce ningún efecto como desinfectante».

Esta propuesta prevé además la integración del sistema en el ‘Internet de las cosas’, de forma que se puedan monitorizar en tiempo real las concentraciones de ozono (y asegurarse de que no sean perjudiciales para los usuarios de las instalaciones) y modelizar el grado de inactivación del patógeno.

Esto aporta un mayor grado de seguridad a los trabajadores, cumpliendo los principios de viabilidad económica (por la amortización con el uso de una instalación fija); social (debido a su contribución a frenar la pandemia), y medioambiental (al no ser contaminante).

El proyecto ‘Desinfección con ozono de entornos de trabajo’ surge a raíz del interés del grupo de investigación Tecnología, Ingeniería y Seguridad Alimentaria (Departamento de Agricultura y Alimentación de la Universidad de La Rioja) por montar un campo demostrativo para investigar los efectos del ozono como sustitutivo de tratamientos fitosanitarios en cultivos (particularmente en viña).

comunicacion@adm.unirioja.es

 

Fuente: Unirioja.es

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